Tal y como hemos reiterado anteriormente, la COVID-19 y su consiguiente estado de alarma, supuso un desajuste para todo el mundo, y en especial, a los jóvenes.
El confinamiento, los toques de queda, y el aislamiento social, han sido clave para el desencadenamiento de un crecimiento desmesurado de dos ilícitos penales: el tráfico de drogas de sustancias que causan un grave daño a la salud (así llama el Código Penal a la cocaína y a la heroína) y los delitos cometidos a través de Internet.
El 10 de mayo de 2021 y ya con los datos en la mano, la Fiscalía Provincial de Pontevedra informa de que “si bien no hubo un incremento en la carga de trabajo durante la pandemia, sí hemos advertido el aumento de numerosos hechos ilícitos”.
Desde esta plataforma queremos realzar los datos existentes, y poner sobre la mesa la necesidad de un tratamiento real de estos datos por el Gobierno, en pro de incluir la pandemia de la COVID-19 como un motor de estos hechos delictivos.